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¿Qué retos empresariales conlleva el 4.0 en las empresas?

Subir o no subir al tren de la cuarta revolución industrial ya no es una cuestión discutible.

Ya no se le espera, ya no está a punto de llegar.

Literalmente, está pasando, tiene que ser ahora.

Y tampoco es buena idea subirse a ciegas.

Para asumir el desafío es necesario saber de qué estamos hablando, cuáles son las ventajas y cuáles los compromisos; en qué va a ayudar a nuestra empresa y en qué necesitamos formarnos para que asumir los retos empresariales que conlleva el 4.0, no se convierta en una salto al vacío persiguiendo un espejismo.

Empecemos por el principio y vayamos despacio que tenemos prisa.

¿Qué es y en qué consiste la cuarta revolución industrial en el mundo empresarial?

Básicamente es la interconexión de todos los departamentos de una empresa con el objetivo de aumentar la eficiencia y eficacia de la gestión, mejorando la relación con el cliente y generando un aumento de beneficios.

¿Es posible tener dudas sobre la necesidad de implementación de semejante herramienta? Lo es, y es bueno que así sea, puesto que ese es el primer reto empresarial, atreverse a dudar y a buscar consejo para resolver las dudas.

El reto de atreverse a dudar es un seguro de vida empresarial, es proceder con sensatez y cautela, lo contrario de actuar como un converso kamikaze dispuesto a incorporar el 4.0 a su empresa aunque sea estrellándose con él.

Claro que todo tiene sus límites, es decir, la duda es un buen comienzo, siempre, claro está, que las dudas sean motor de activación y lleven a solicitar consejo y apoyo profesional para diseñar y desarrollar un modelo de implementación adecuado para cada empresa. En este punto, no está de más recordar que aquí no vale el “ uno para todas y todas para uno”: En un proyecto de incorporación al 4.0 empresarial, la individualización del proceso marcará diferencia. Caer en la trampa del modelo genérico puede dar al traste con toda la operación.

Segundo reto: ¿Está preparada mi empresa para formar parte de la cuarta revolución industrial? ¿Para pasar del modelo de negocio tradicional al modelo digital? ¿Para renovarse e iniciar una nueva etapa?

Para afrontar este reto tecnológico es necesario conocer a fondo la empresa, sus puntos fuertes y su talón de Aquiles; el sector en el que opera y como mínimo, el escenario previsible a corto y medio plazo en el que va a desarrollar su actividad. Es decir, hay que elaborar un estudio y un proyecto de digitalización que desemboque en un plan de digitalización a medida. Con ese proyecto en las manos, el tercer reto empresarial está sobre la mesa, hablamos del reto humano.

¿Está preparada plantilla de trabajadores para el 4.0? Y la pregunta se desdobla, es decir, ¿Está preparada la plantilla para asumir la automatización en los puestos de trabajo o los desafíos en seguridad?

Este es, quizá, uno de los retos empresariales más controvertidos para las compañías, básicamente porque el desconocimiento de las características y el potencial de la tecnología y de sus efectos en el tejido laboral de la empresa, generan temores que pueden inclinar la balanza en contra de afrontar el reto empresarial.

Sería grave que así fuese.

¿Cómo integrar la nueva gestión digital en el funcionamiento de la empresa?

La respuesta es obvia: formando y reciclando a los empleados como fuerza de trabajo tecnológica y creando nuevos perfiles profesionales para optimizar nuevos recursos como, por ejemplo, la gestión de datos. Porque la información pasa de ser un complemento a convertirse en herramienta indispensable para la nueva relación con el cliente. Una relación que es un reto empresarial en sí misma porque pasa a ser el eje de la estrategia comercial de la empresa.

Los desafíos en materia de seguridad están integrados, en este caso, en el reto de preparar a los empleados y departamentos para el cambio al 4.0 pero, realmente, desbordan ese entorno afectando a la empresa en su totalidad y convirtiéndose en piedra de toque de la que dependerá su supervivencia y estabilidad.

Dar el paso al 4.0 significa aceptar un nuevo reto empresarial, uno que merece la pena afrontar debidamente acompañado por profesionales en la materia. Formar parte de la cuarta revolución industrial es crear y trabajar en un entorno hiperconectado en el que todos los dispositivos: ordenadores, teléfonos móviles, impresoras, etcétera; redes sociales; software; bases de datos; cartera de clientes; estrategias personalizadas; planificaciones y objetivos, están en red, son accesibles desde la empresa o en remoto, es decir, son susceptibles de manipulación por parte de agentes ajenos a la empresa.

Esta situación de fragilidad lo será solo en apariencia si se implementan las herramientas necesarias para proteger la información y los dispositivos y se forma adecuadamente a los empleados, para que sus actitudes no pongan en peligro ni la información ni la reputación e imagen de la empresa. Un trabajo que merece la pena dejar en manos de profesionales curtidos en la materia.

El 4.0 empresarial ha venido para quedarse, ese es el desafío, ya no cabe pensar si se está dentro o fuera. Las preguntas son: ¿Cuánto tiempo voy a tardar en aceptar y afrontar el reto? y ¿Cuánto tiempo va a tardar la competencia?

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